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Mostrando entradas de diciembre, 2021

III. 14 años

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Crédito de la imagen: cortesía de mi (actual) niña interior 19/agosto/1995 SIN TÍTULO De pronto, se hizo la luz en mi mente y descubrí la clave para ser mejor. Para ser feliz debes convertir... los defectos en cualidades, los errores en lecciones, los problemas en retos, los retos en triunfos, los sueños en metas, las metas en logros, las penas en risas, el miedo en confianza, el rencor en perdón, el odio el amor y las dudas en fe.

II. ¿13 años?

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     Los siguientes versos, los encontré en una hoja suelta en la que yo misma escribí en algún momento, con mi letra de adolescente, "¿13 años?". Ah, y la ilustración bastante infantil es cortesía de mi (actual) niña interior; la dejé salir un rato a divertirse con uno de los pasatiempos favoritos de la pequeña que fui: dibujar. Sin fecha Si pudiera cambiar el mundo, la justicia vencería a la injusticia y el amor a la avaricia cambiaría las armas por bosques cambiaría las drogas por dulces todos llevarían un niño en el fondo, dentro del corazón, en lo más hondo

I. Aclaración introductoria

         En este blog estaré compartiendo algunos fragmentos de las reflexiones que expresé en mis diarios y en hojas sueltas en la década de 1990, cuando era una adolescente. Eso sí: en honor a la transparencia, cabe aclarar que si bien dedicaré este blog exclusivamente a textos con potencial de resultar inspiradores, es decir, a los escritos en que plasmé mi "lado luminoso" -la faceta de una jovencita que ya soñaba con un mundo mejor y con convertirse en la mejor versión posible de sí misma-, esa cara de la moneda estaba secretamente balanceada por otra que podríamos llamar mi "lado oscuro". Así, por ejemplo, cuando estaba cerca de cumplir 17 años, escribí el siguiente poema catártico. EL LÍMITE Déjenme llorar, déjenme gritar que en el vasto universo soy un polvo más que si mañana no estoy, el mundo seguirá que a nadie le hago falta, que estoy de más que al mirar el espejo lo quisiera quebrar Déjenme odiar, déjenme sacar lo que tanto tiempo tuve que callar lo ...